Según la Oficina de Suplementos Dietéticos de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, se ha demostrado que la población tiene "yodo suficiente en su cuerpo". La mayoría consumen una dieta variada y obtienen suficiente yodo incluso si no usan sal yodada.
Están en poco riesgo de la deficiencia de yodo, que puede conducir a los bocios (hinchazón de las glándulas tiroides en el cuello) y el enanismo y es una de las principales causas de deterioro mental en todo el mundo.
Sin embargo, algunas mujeres embarazadas están en riesgo de bajos niveles de yodo, que potencialmente ponen en peligro a sus bebés. La necesidad de yodo aumenta durante el embarazo, y las mujeres que no comen productos lácteos o no toman los suplementos vitamínicos que los médicos suelen prescribir están en riesgo.
Además de la sal yodada, las fuentes de yodo incluyen el pescado, los productos lácteos, los granos (incluido el pan) y las frutas y hortalizas. Los peces lo consiguen desde el fondo del océano y las algas marinas, y las plantas lo hacen crecer en el suelo con yodo en él. Es por eso que está presente en la hierba que las vacas comen, que luego aparece en la leche de vaca y los productos lácteos.
El yodo también se añade a algunos alimentos para vacas, y se utiliza en desinfectantes utilizados para lavar las ubres de las vacas antes del ordeño, por lo que parte de ese yodo se lava en la leche (los desinfectantes se usan en bajas concentraciones y generalmente se consideran inofensivos).
Las píldoras multivitamínicas suelen contener una fuente de yodo como el yoduro de potasio.
Cualquiera que come algas marinas, es decir, casi todo el mundo que come jamás sushi - obtiene mucho yodo. Los japoneses consiguen porciones del yodo, sobre todo de comer el quelpo. Algunos niños en Japón tienen problemas de tiroides de conseguir demasiado yodo en lugar de muy poco.
La situación en Europa es más variada, ningún país europeo tiene deficiencia severa de yodo, pero algunos tienen mujeres embarazadas con niveles bajos como para ser considerados insalubres. La sal yodada es común en algunos países, pero no en otros. En Suiza, por ejemplo, el 80 por ciento de los hogares lo utilizan, mientras que en Gran Bretaña sólo el 5 por ciento de los hogares lo hacen y en el 2011, se informó de que Gran Bretaña podría enfrentar una amplia carencia de yodo, especialmente entre las adolescentes que rara vez tomaban leche o comían pescado.
Antes de que la era moderna permitiera que los alimentos fueran transportados a largas distancias, los países montañosos y los países situados en planicies típicamente tenían deficiencia de yodo crónica, porque el derretimiento de la capa de nieve y las inundaciones tiende a lavar el yodo del suelo y las plantas y animales locales tenían poco yodo. Incluso Suiza, Bolivia, Nepal y otros países montañosos, una vez tuvo altas tasas de bocio y cretinismo causado por la deficiencia de yodo, al igual que las zonas bajas lejos del océano en Europa oriental y el sudeste asiático.
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