La sal se ha usado como exfoliante para la piel "prácticamente desde el inicio de los tiempos", asegura la directora de la revista Allure, Linda Wells.
"Es un gran exfoliante", agrega. "Y se siente muy bien en la piel. También hay sales relajantes de baño: las sales de Epsom, en las que te puedes sumergir y tienen un efecto antiinflamatorio. Es bueno si te estás sintiendo hinchada".
La marca de belleza Lush asegura que los productos de sal son uno de sus más vendidos. Su atractivo está en que suavizan la piel y la dejan flexible, dijo Erica Vega, una instructora de Lush.
"Luego de usar sal, la piel tiene una cierta suavidad que no es grasosa", explicó. "Si en invierno quieres usar cremas humectantes, cuando el clima está cálido es mejor usar sal, que no seca la piel".
Vega recomendó usar combinaciones de inspiración marina, como un producto que mezcla sal de mar con algas y aceite de coco.
Ahava, otra compañía de belleza, recoge su sal en el mar Muerto, donde el agua y el lodo influyen en su calidad, dijo su directora nacional de educación Dawn DiOrio.
"El mar Muerto es prácticamente como un lago, pero tiene todos los minerales de su estado original de hace un milenio", dijo. "Es diez veces más salino que cualquier otra extensión de agua salada".
Sin embargo, Lisa Price, fundadora de la línea de belleza Carol's Daughter, consideró que la clave de la sal es su textura y no importa tanto su origen.
"Cuando usas sal de granos finos, exfolia de una manera suave", dijo. "Ayuda a limpiar y desechar las células muertas de la piel y se equilibra con un aceite para que exfolie y humecte al mismo tiempo".
La sal puede hacer más cosas que, por ejemplo, el azúcar, otro ingrediente común en estas soluciones, dijo Price. Sólo debe evitarse en la cara, cuya piel es muy delicada.
"Necesitas sal del grano adecuado. La idea es pulir, no raspar. Como consumidora, incluso si un producto dice 'sal de mar', debes probar y tocarla. Debes frotarla en tus dedos y asegurarte que se sienta suave", dijo.
Pero la sal no es sólo para la piel. Wells, de Allure, mencionó que hay un creciente número de productos para el cabello en base a sal, que sirven para dar el toque revuelto de una cabellera que pasó un día en la playa. Es como rociarse un poco de agua de mar en la cabeza, explicó, claro que sin las algas.
"Le saca un poco de brillo, pero eso ahora está de moda", dijo Wells, que advirtió que la sal puede secar los cabellos, en especial los que tienen colores artificiales. "Pero lo hace ver muy bien por un rato y sale al lavarlo".
La asociación mental entre la sal y las vacaciones, las olas y los días al sol benefician a los productos basados en esta sustancia, dijo Vega, de Lush: "La gente tiene una reacción instintiva de estar sentada junto al océano y dejarse adormecer por él".
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Dos recetas para exfoliantes caseros de sal de la revista Allure:
1 taza de aceite de almendra, sésamo, oliva o vegetal
1 taza de sal kosher, de mesa o Epsom
Calentar el aceite en el microondas durante 45 segundos y agregar sal hasta que quede como una pasta.
1 limón
Sal gruesa de mar
Cortar el limón por la mitad y rociar ambas partes con sal. Usar las mitades cubiertas en sal para frotar los codos, talones y rodillas.
Visto : Yahoo.com
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