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miércoles, 21 de abril de 2010

Salud - El Estrés y la Enfermedad Intestinal Inflamatoria.

Las personas con enfermedad intestinal inflamatoria (EII) piensan que el estrés puede causarles los síntomas y un nuevo estudio les daría la razón. Un equipo de investigadores -en Canadá- halló en 552 pacientes con EII estudiados durante un año, que el riesgo de sufrir un rebrote de los síntomas crecía cuando los pacientes se sentían especialmente estresados.

Los resultados, publicados en American Journal of Gastroenterology, respaldan lo que muchas personas con la afección siempre creyeron. La EII es un grupo de trastornos que se caracteriza por la inflamación crónica de los intestinos y síntomas como dolor abdominal y diarrea. Los trastornos más importantes son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.

Se desconoce la causa exacta de esas condiciones, pero existiría una respuesta excesiva del sistema inmunológico que lesiona el tejido intestinal. El estrés no causa la EII, pero es uno de los factores ambientales que podrían activar los síntomas en algunas personas.

Estudios han demostrado que muchas personas con EII sienten que el estrés les agrava los síntomas, pero existen pocas evidencias científicas que lo avalen. "Esta es una de las primeras pruebas de que la percepción del estrés posee una relación directa con el curso de la enfermedad", indicó Charles N. Bernstein, autor principal del estudio.

"Proponemos que, a partir de este y otros estudios, los médicos traten de identificar y manejar los problemas psicológicos y el estrés de los pacientes", dijo Bernstein, quien dirige el Centro de Atención y de Investigación de EII de Universidad de Manitota, en Winnipeg.

Los resultados surgen de 552 hombres y mujeres con enfermedad de Crohn o colitis, que respondieron cuestionarios cada tres meses durante un año para conocer sobre brotes sin síntomas, experiencias estresantes y estrés percibido, entre otros factores. En total, 174 pacientes sufrieron brotes de síntomas durante el seguimiento, es decir, manifestaciones durante tres meses después de un trimestre sin síntomas.

El riesgo de sufrir un brote de síntomas se duplicó durante períodos con altos niveles de estrés percibido durante el trimestre previo. El 52% de los participantes había percibido un fuerte estrés durante el trimestre previo, a diferencia del 29% de los que no tuvieron síntomas.

Otros factores a los que se atribuyen el inicio de los síntomas de EII no estuvieron asociados con esos brotes, como el uso de antibióticos o analgésicos sin esteroides (aspirina e ibuprofeno) e infecciones (resfríos, neumonía e infecciones urinarias). Hay motivos biológicos para creer que la respuesta al estrés puede disparar o agravar los síntomas de la EII, señala el equipo.

El sistema nervioso simpático, que se activa con el estrés, actúa en el recubrimiento interno del colon y exacerbaría la inflamación. Existen evidencias de que las hormonas del estrés ayudarían a las bacterias nocivas a instalarse en los intestinos, lo que puede agravar los síntomas.

Si el estrés dispara los síntomas del EII, es posible que aprender a manejarlo ayude a evitar los rebrotes.

"Los pacientes con EII deberían conversar con el médico sobre el estrés", precisó Bernstein, quien agregó que los especialistas cada vez reconocen más su efecto.

Visto : Reuters Health

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