Los despidos masivos, los constantes cierres de empresas y la escasez crediticia, como producto de la crisis económica, han exacerbado los niveles de estrés que experimenta la población en general. Ante un panorama incierto, es común que las personas pierdan confianza en sí mismos y que se sientan incapaces de controlar el rumbo de su futuro.
Probablemente, el estrés se ha convertido en la dificultad psicológica más seria que deben enfrentar los empresarios de hoy en día. En términos científicos, estas tensiones, generalmente, desencadenan distorsiones cognitivas, las cuales son las causantes de que las personas con altos niveles de estrés: 1) descarten situaciones positivas de su mente y sólo se enfoquen en ver las negativas; 2) pierdan su perspectiva a largo plazo y 3) intensifiquen la dimensión de sus problemas.
Para combatir esta carga de preocupaciones y miedos, los psicólogos recomiendan a las personas sofocadas por un estrés excesivo mantener siempre sus mentes ocupadas, ya sea conversando con familiares o amigos para desahogarse, haciendo ejercicio para aliviar la ansiedad. Incluso es una buena idea invertir tiempo en buscar nuevas oportunidades y en diseñar planes de acción a corto y largo plazo para sacar sus negocios a flote.
También, muchos especialistas en la rama de la psicología afirman que la clave de la felicidad radica en desarrollar el sentido del control personal, en creer que las riendas del destino están en manos de cada uno. Si bien, en tiempos inciertos como éstos, es difícil controlar la dirección de las situaciones, los expertos sugieren que nunca se debe perder la perspectiva del entorno.
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