Muchos teléfo- nos disponibles en el mercado son suficientemente complejos y tienen pantallas bastantes cómodas para usarse como dispositivos de lectura electrónica, al igual que las computadoras. Hace unas semanas Pasquale Castaldo esperaba un vuelo retrasado en el aeropuerto de Dallas-Ft Worth, cuando un hombre sentado frente a él encendió un dispositivo para la lectura de libros electrónicos que vende en Estados Unidos la empresa Amazon, llamado Kindle.
"Caray, quizá debería pensar yo mismo en esto de los libros electrónicos", se dijo Castaldo, que no tenía un Kindle, pero sí un modelo avanzado del Blackberry. Lo encendió y buscó los programas disponibles para lectura de libros electrónicos. Lo descargó y en menos de un minuto estaba leyendo Orgullo y prejuicio, de la novelista británica Jane Austen. "Mi Blackberry siempre está conmigo. En lugar de quedarme simplemente allí sentado, si puedo ocupar ese tiempo leyendo un buen libro, podría hacerlo, además de otras cosas que podría hacer, como leer correos electrónicos y comunicarme por Twitter’", dijo. Shanna Vaughn, trabajadora universitaria y lectora voraz en el condado de Orange, California, ha estado leyendo e-libros en una computadora o un organizador portátil desde hace por lo menos 10 años, pero fue un hábito ocasional hasta que obtuvo un iPhone el año pasado. Chron
No hay comentarios:
Publicar un comentario