
Cuando comienzas a tomar decisiones trascendentales en tu vida, piensas que el proceso de vivir es muy sencillo de resolver y sin saberlo, te enfrentas a situaciones desafiantes y algunas gratificantes. Algunas veces crees que la vida solo se trata de cómo descubrir la verdadera esencia de quiénes somos y luego considerar cómo esa esencia puede manifestarse en el mundo para que otros puedan experimentar, beneficiarte y disfrutar de tu verdadero yo.
Básicamente, todos queremos tomar buenas decisiones sobre nuestra vida ¿verdad? Queremos tomar decisiones acertadas, con quién casarnos, en qué ciudad vivir, qué hacer con nuestras carreras, incluso qué alimentos comer y la forma física en la que nos gustaría estar.
Podemos intentar definir la vida buscando a los amigos y familiares para obtener las respuestas. Además, podemos buscar libros, biografías y todas estas opciones nos darán mucha información, alguna útil y otra no. Pero, en última instancia, el problema es que la determinación final debe incluir una consulta con el verdadero experto, el único "TU". La única persona que puede decirte lo que quieres
¿Entonces qué haces con tu vida? Tomas decisiones que tocan solo a tu mente lógica y analítica y que no están basadas en propósitos en la vida que te harán vivir más y mejor. Si deseas alcanzar tus metas y el éxito en lo que te proponen, tienes que tener un propósito de vida: Te invita a descubrir tu propósito, seguir tus pasiones y convertirte en la persona que naciste para ser y la clave comienza con una clara pregunta: "¿Quién soy?". Llegar a conocer su respuesta te provocará una sensación de seguridad y satisfacción que resultará clave en tu vida
Ahora te toca a ti descubrir tu propósito de tu vida, no es tan simple como leer un libro y terminarlo, es un proceso continuo que implica alinear cuerpo, mente y espíritu, sanar heridas, sanar a tu yo interior, soltar todo lo viejo, quererte a ti mismo, abrir el corazón, ser auténtico, y entonces, cuando elevas tu nivel de consciencia y sabes quién eres, solo entonces reconoces tu propósito en la vida y lo importante es la tenacidad con la que tú te levantes de cada golpe que recibas.
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