
Si buscamos la palabra autoestima en Wikipedia, nos encontramos con la siguiente definición: es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia otras personas, hacia su manera de ser, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter. En resumen: Es lo que yo pienso y siento sobre mí, es la satisfacción de cada uno respecto de sí mismo.
Debido a que la autoestima se construye en gran medida en la infancia y la adolescencia y da forma a cómo nos vemos a nosotros mismos y a cómo nos relacionamos con la familia, los amigos, el trabajo o la pareja, no hay persona que siempre mantenga su autoestima elevada.
Una autoestima elevada está basada en la capacidad de vivir el sufrimiento y los momentos difíciles y superarlos, con conductas y actitudes específicas: Actúa motivada y con energía, se siente querida por sus familiares y amigos, toma en cuenta la opinión de los demás, le gusta ayudar, confía en sí misma y en los demás, no es envidiosa, busca satisfacer sus necesidades y entiende y respeta las de los demás, no le teme a la crítica y no se enoja cuando la recibe, establece la dirección de su propia vida, se relaciona fácilmente con los demás y tiene una actitud positiva ante la vida y abierta al aprendizaje.
Ahora bien, una autoestima baja se define como la dificultad que tiene la persona para sentirse valiosa en lo profundo de sí misma, y por tanto digna de ser amada por los demás y puede facilitar la aparición de muchos trastornos y problemas psicológicos, como: Dificultades para tomar decisiones, miedo a lo nuevo, ansiedad y nerviosismo, aislamiento y timidez, pesimismo.
Al respecto, la persona con autoestima baja, puede desarrollar sentimientos como la angustia, el dolor, la indecisión, el desánimo, la pereza, la vergüenza, y otros malestares. Sentimientos que lo puede llevar a sufrir depresiones continuas. Así como, complejos de culpabilidad, cambios repentinos del humor, crisis de ansiedad, de pánico, reacciones inexplicables, indecisiones, excesiva envidia, miedos, hipersensibilidad, pesimismo, impotencia, y otros malestares.
Los estudiosos de la materia, explican que algunas de las claves principales para mejorar la autoestima implican el trabajo que haga la persona consigo mismo, y el esfuerzo por mejorar en algunas áreas como: Su aceptación como individuo, incluyendo no solo las fortalezas sino también aquellas propias que no le gustan tanto,el tratarse bien y con respeto y el cuidar de su salud física y mental.
¿Cuántas veces te has preguntado "Cómo puedes mejorar tu autoestima"? La mayoría lo hemos hecho en muchas ocasiones. Obviamente no existe ninguna poción mágica, sino que debemos tomar conciencia de que solo cada persona puede mejorar en este sentido a base de constancia y siguiendo los consejos de los especialistas. Lo más importante, es pensar en las cosas buenas que te ha traído el día, los retos superados, los errores que hemos cometido y cómo podemos mejorar.
Visto lo antes expuesto, se puede concluir de que si se puede conseguir una buena y sana autoestima y que existen ocasiones en las que por diversas circunstancias la autoestima ha sido muy dañada y en tal sentido, se debe acudir a un profesional que sepa identificar, orientar y ayudar de la manera adecuada.
Tener una autoestima sólida implica aceptar las fortalezas y las debilidades para reconocer el valor personal, apoyarse en valores más que en objetivos, identificar las capacidades personales, racionalizar y desvincularse de los pensamientos negativos, aprender y perdonar los errores y centrar la atención más hacia fuera que en uno mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario