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sábado, 27 de octubre de 2018

¿Se puede curar la presión arterial alta?

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La presión arterial alta es algo que siempre debe tomarse en serio. Tiene una mayor prevalencia entre las personas de mediana edad y mayores, pero también puede afectar a personas menores de 30 años. Es un trastorno común que con el tiempo la sangre hace suficiente presión contra las paredes arteriales como para eventualmente causar problemas de salud, como enfermedades cardíacas. Se determina tanto por la cantidad de sangre que bombea el corazón como por la cantidad de resistencia al flujo de la sangre en las arterias. Cuanta más sangre bombee el corazón, y más estrechas las arterias, más alta será la presión arterial.

Si visitas al médico y descubres que tienes presión arterial alta, no es el fin del mundo. Después de todo, simplemente ya te da la ventaja de poder controlarla y el médico recomendará realizar cambios en el estilo de vida que puedan disminuirla, como adoptar hábitos alimenticios más saludables y caminar todos los días para hacer algo de ejercicio. También puede sugerir medicamentos que pueden ayudar a mantener sus niveles normales.

La gran mayoría de las personas con presión arterial alta padecen de hipertensión primaria o esencial, lo que implica que la causa es desconocida. Del 5 al 10% pueden padecer de hipertensión secundaria, donde la presión arterial alta se debe a una causa definible. A diferencia de la hipertensión primaria, la hipertensión secundaria realmente puede ser curable en lugar de simplemente ser controlada. La gran interrogante es si resulta fructífero someter a millones de personas a las pruebas costosas y posiblemente dañinas para encontrar un pequeño número cuya enfermedad es potencialmente curable. Desde el punto de vista de la relación costo eficiencia la respuesta es no, especialmente si la presión arterial es controlada. 

Muchos quieren saber cómo reducir la presión arterial de forma natural y rápida a través de los remedios caseros naturales comunes, el cambio de dieta y la pérdida de peso, pero esto toma algún tiempo. Lo que si es cierto, es que pueden ayudar a reducir los picos, especialmente si son causados ​​por el estrés u otros factores desencadenantes manejables. Más que una enfermedad, la hipertensión es un reflejo de los ritmos de vida a los que nos encontramos expuestos y es que tener la presión alta proviene de malas prácticas a las cuales no siempre podemos escapar, y estas ponen bajo una fuerza casi insoportable a nuestras arterias y sin duda a nuestra mente. Frente a lo anterior, Evitar la hipertensión es por ello fundamental, y más aún si nos imaginamos lo delicado de nuestro equilibrio corporal. Lo más importante para poder regularla es intentar no exponerse a escenarios abrumadores, no tener una vida sedentaria y procurar no consumir alcohol ni sodio en exceso, pero esto en el actual estilo de vida puede verse medianamente lejano. 

REDUCE EL EXCESO DE PESO. La presión arterial a menudo aumenta cuando se aumenta de peso. Tener sobrepeso también puede provocar una alteración respiratoria al dormir (apnea del sueño), que incrementa incluso más la presión arterial. 

HAZ EJERCICIO REGULARMENTE. La actividad física regular (por ejemplo, 150 minutos por semana o unos 30 minutos la mayoría de los días de la semana) puede reducir la presión arterial en aproximadamente 5 mm Hg y 8 mm Hg si tienes presión arterial alta. Es importante ser constante porque si dejas de hacer ejercicio, la presión arterial puede volver a subir.

LLEVA UNA DIETA SALUDABLE. Llevar una alimentación que contenga gran cantidad de cereales integrales, frutas, verduras y productos lácteos con bajo contenido de grasa y que reduzca las grasas saturadas y el colesterol puede disminuir tu presión arterial hasta en 11 mm Hg si tienes presión arterial alta. Este plan de alimentación se conoce como dieta de enfoque alimentario para detener la hipertensión (Dietary Approaches to Stop Hypertension, DASH).

REDUCE EL CONSUMO DE SODIO EN TU DIETA. Incluso una pequeña reducción de sodio de tu alimentación puede mejorar tu salud cardíaca y reducir la presión arterial aproximadamente entre 5 mm Hg y 6 mm Hg si padeces presión arterial alta.

LIMITA LA CANTIDAD DE ALCOHOL QUE BEBES. El alcohol puede ser bueno y al mismo tiempo malo para tu salud. Si bebes alcohol solo con moderación, generalmente una bebida por día para las mujeres o dos por día para los hombres, puedes reducir potencialmente tu presión arterial en aproximadamente 4 mm Hg. Una bebida equivale a 12 onzas (355 mililitros) de cerveza, 5 onzas (148 mililitros) de vino y 1.5 onzas (44 mililitros) de licor con una graduación alcohólica del 40 %.

DEJAR DE FUMAR. Cada cigarrillo que fumas reduce tu presión arterial durante varios minutos después de terminarlo. Dejar de fumar ayuda a que la presión arterial vuelva a la normalidad. Dejar de fumar puede reducir el riesgo de una enfermedad cardíaca y mejorar tu salud en general. Las personas que dejan de fumar pueden vivir más tiempo que aquellas que nunca lo hacen.

REDUCE EL CONSUMO DE CAFEÍNA. Aún se debate la función que cumple la cafeína en la presión arterial. La cafeína puede elevar la presión arterial hasta 10 mm Hg en personas que no la consumen con frecuencia. Sin embargo, es posible que las personas que beben café con regularidad presenten un efecto leve o nulo en la presión arterial.

REDUCE EL ESTRÉS. El estrés crónico puede contribuir a una presión arterial alta. Es necesario realizar más investigaciones para determinar los efectos del estrés crónico en la presión arterial. El estrés ocasional también puede contribuir a una presión arterial alta si tu reacción al estrés es consumir alimentos poco saludables, beber alcohol o fumar.

CONTRÓLATE LA PRESIÓN ARTERIAL EN TU HOGAR Y CONSULTA A TU MÉDICO CON REGULARIDAD. El control en el hogar puede ayudarte a controlar tu presión arterial, asegurarte de que funcionen tus cambios en el estilo de vida y alertarlos a ti y a tu médico de posibles complicaciones para la salud. Los monitores de presión arterial se encuentran disponibles para el público sin ningún tipo de receta. Habla con tu médico sobre el control en el hogar antes de comenzar.

BUSCA APOYO. El apoyo de familiares y amigos puede ayudar a mejorar tu salud. Pueden animarte a cuidarte por tu cuenta, llevarte al consultorio del médico o unirse a un programa de ejercicios contigo para mantener la presión arterial baja.

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