Según Mary Andres, profesora de la Universidad del Sur de California, y co-coordinadora de matrimonio y Programa de terapia familiar, nunca se está del todo seguros de cómo es nuestra vida sexual en la vida real y si se compara con las personas que nos rodean, no existe un número mágico en cuanto a la frecuencia con la que debe tener relaciones sexuales con su pareja.
El sexo es un papel importante para toda relación de pareja porque, además del placer, brinda grandes beneficios para la salud física y emocional y refuerza el vínculo entre ambas partes.
En este ámbito, cuando las parejas dejan de tener relaciones sexuales, sus relaciones se vuelven vulnerables a la ira, el desapego, la infidelidad y, en última instancia, el divorcio. Pero también es cierto, que la vida sexual de una pareja se ve afectada por muchos factores diferentes: la edad, el estilo de vida, la salud de cada pareja y la libido natural y, por supuesto, la calidad de su relación general, por nombrar solo algunos.
Según David Schnarch, PhD, a través de un estudio realizado con más de 20,000 parejas, descubrió que solo el 26% de las parejas alcanzan el límite de una vez a la semana, la mayoría de los encuestados reportaron tener relaciones sexuales solo una o dos veces al mes, o menos. Sin embargo, otro estudio, publicado en The University of Chicago Press hace unos 10 años, afirmó que las parejas casadas tienen relaciones sexuales unas siete veces al mes, lo cual es un poco menos de dos veces por semana y en un tercer estudio, se informó que de los 16,000 adultos entrevistados, los participantes mayores tenían relaciones sexuales de 2 a 3 veces por mes, mientras que los participantes más jóvenes dijeron que tenían relaciones sexuales una vez por semana.
¿Lee este viejo chiste? Un hombre y una mujer entran en terapia y tienen sesiones separadas. El esposo dice: “EL DOCTOR¨, todo es genial, excepto nuestra vida sexual. Solo lo hacemos tres veces a la semana¨. La esposa ve al mismo terapeuta más tarde y dice:" Soy completamente feliz en mi matrimonio, excepto cuando se trata de nuestra vida sexual, ¡tres veces por semana! ¡Lo quiero todo el tiempo!
Entonces, lo importante es que la pareja se sienta bien con su frecuencia sexual y que estén consiente que este deseo puede cambiar y de que necesita ser negociado dentro de cada relación, a menudo varias veces (porque todos cambiamos con el tiempo y las circunstancias). Hay que realizarse un examen físico y hable con su médico de cabecera para descartar cualquier posible problema fisiológico.
Sin embargo, lo que nunca debe preocuparnos es de una caída temporal en el deseo sexual, especialmente si conoces la razón y tiene sentido: estás tratando de tener un bebé, estás lidiando con la relación o el conflicto, estás triste o deprimido, estás enfrentando presión y estrés laboral. La mayoría de las veces, su deseo sexual volverá cuando el asesino de la libido sea abordado y resuelto. Tampoco debería nunca preocuparse por lo que sus amigos, vecinos o cualquier persona alardea de su vida sexual .La vida sexual de la pareja es privada y única. No tiene sentido hacer comparaciones, la verdadera pregunta es: ¿estás feliz y satisfecho en tu relación, tanto dentro como fuera del dormitorio?
Finalmente, hay que recordar que somos seres humanos y no máquinas: la libido, incluso para los más sanos, fluctuará y eso es normal. No espere un impulso constante en el sexo en su relación o en su vida. Si la falta de deseo sexual, para usted o su pareja lo está angustiando, hable con su pareja al respecto, haga preguntas a su médico de cabecera y si no puede encontrar una solución a través de abordar las posibles causas y aumentar el romance, el afecto y la intimidad busque el consejo de un terapeuta sexual. Somos criaturas sexuales a lo largo de nuestras vidas, hasta bien entrados los ochenta, ¡ya sea que lo queramos poco o mucho!
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