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domingo, 30 de mayo de 2010

Salud - Así actúa la Nicotina en el Cerebro.

Nueve de cada diez consumidores de cigarrillo no consideran que fumar sea un problema de salud que deba ser tratado como tal o que amerite consultar. Estas personas tienden a creer que renunciar al cigarrillo es una decisión que pueden tomar por su cuenta, en cualquier momento, pero cuando se animan a hacerlo, perciben que no es tan fácil.

Comparada con otras adicciones, el fumador puede necesitar hasta cuarenta 'dosis' de nicotina al día para lograr los efectos placenteros, que son sutiles. A diferencia de lo que ocurre con otras sustancias, como el alcohol, la heroína y la cocaína, la nicotina no causa disfunciones fuertes, es decir, que no saca a la gente de la realidad ni produce cambios aparentes en las personas; vale decir que estar bajo los efectos del cigarrillo nunca se ha tenido en cuenta como agravante en casos de delito, por ejemplo.

Si se suma el hecho de que este hábito tiene mayor aceptación social, se entiende por qué existe la falsa creencia de que fumar es menos dañino que usar otras drogas.

La nicotina afecta el sistema de recompensa inherente a la parte más profunda del cerebro; este actúa bajo el influjo de sustancias como la dopamina, cuya producción es estimulada, de manera natural, por el ejercicio, la risa, el sexo y la comida.

Sustancias externas, como la nicotina, pueden sobreestimular el sistema del placer. El problema es que el cerebro se acostumbra a esta situación, al punto de generar un nuevo patrón de normalidad, "a grado tal que piensa que esta sustancia es necesaria para la sobrevivencia de la especie", explica David Abrams, investigador de adicciones de los Institutos de Salud de EE. UU.

Abrams asegura que esto ocurre casi de manera ineludible en personas con una predisposición genética; estas tienen las peores dificultades para superar el tabaquismo. Cuando no consumen experimentan abstinencia, que se manifesta entre 20 y 60 minutos después de haber apagado el último cigarrillo. Eso las obliga a fumar de nuevo. Al compensar la sustancia que falta, se sienten mejor. Por eso no es raro oírlas decir: "Fumar me hace sentir bien, me equilibra".

El tabaquismo, además, no produce enfermedades agudas ni deterioro mental inmediato, razón por la cual los adictos se autoconvencen de que van a tener mucho tiempo para dejar de fumar.

Visto : Eltiempo.com

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