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miércoles, 24 de marzo de 2010

Salud - La Mamografía y la Mortalidad por Cáncer.

La mortalidad por cáncer de mama ha disminuido de forma drástica en los últimos años, hasta el punto de que en la actualidad se cura más de un 80% de los casos diagnosticados en una etapa precoz de la enfermedad. Los expertos achacan esta buena noticia a la realización sistemática, desde mediados de la década de 1990, de mamografías (cribado) a todas las mujeres que, por edad, se considera que tienen un riesgo más elevado de cáncer de mama.

Un estudio publicado en la revista British Medical Journal (BMJ) afirma, sin embargo, que los programas de detección precoz de cáncer de mama no reducen la mortalidad. Los investigadores, del Centro Cochrane de la Universidad de Copenhague, basan su conclusión en la comparación de las tasas de mortalidad por cáncer de mama registradas en dos regiones danesas en las que las mujeres son invitadas a participar en el cribado frente a las del resto del país, en el que éste no está establecido. La conclusión es que las muertes por esta enfermedad se habían reducido de forma muy similar en los dos grupos.

MEJORES TRATAMIENTOS

Los autores de la investigación consideran que la reducción se debe, pues, a una mejora en los tratamientos para esta enfermedad. Según explicó uno de los autores, Karsten Jørgensen, "de cada 2.000 mujeres que se someten a cribado en 10 años, una vivirá más tiempo, pero 10 serán diagnosticadas en exceso y 200 recibirán un falso positivo". La presidenta de la Sociedad Española de Diagnóstico por Imagen de la Mama (SEDIM), Marina Álvarez, reconoce que se dan falsos positivos que pueden resultar estresantes para la mujer. Sin embargo, cree que los beneficios del cribado "superan con creces" esas molestias. En primer lugar, afirma, porque la mayoría de los tumores que se diagnostica en estos programas (que pueden ser hasta un 25% del total) está en estadios iniciales, en los que la supervivencia es mayor. Pero para los investigadores daneses, uno de los problemas de la mamografía es, precisamente, esa detección precoz. "Hay cánceres que crecen tan lentamente que no serían detectados a lo largo de la vida de la paciente, a la que se somete a cirugía innecesariamente", comenta Jørgensen.

El presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Emilio Alba, reconoce esta afirmación. "Se refiere, sobre todo, a los tumores in situ (el estadio más bajo), pero no sabemos cuáles de esos tumores se quedarán ahí", comenta. Para Alba, es precipitado deducir del artículo del BMJ que los autores afirmen que las mamografías no son útiles, sino que se debe de replantear su uso. A su juicio, esto no es ahora prioritario ya que, además, no se dispone de ninguna prueba mejor. Además, el especialista señala que es peligroso extrapolar los resultados daneses a España: "Quizá en Dinamarca las mujeres se hacen mamografías aunque no haya revisiones sistemáticas".

Por su parte, la radióloga Marian Álvarez apunta a que, más allá de la mortalidad, los programas de cribado redundan en la calidad de vida de las pacientes a las que se detecta un cáncer en fase precoz. En los estadios 0 y 1, los más detectados en mamografías sistemáticas, las pacientes no tienen en muchas ocasiones que someterse a quimioterapia y pueden curarse de la enfermedad incluso con cirugía conservadora, que les permita conservar parte del pecho.

Visto : Público

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