TRADUCTOR

martes, 2 de febrero de 2010

Tecnologìa - El Pàncreas Artificial.

Su principal característica es su inteligencia. La nueva bomba de insulina comercializada por Medtronic reinventa esta tecnología para acercarla un poco más al 'ansiado' páncreas artificial. Controla las hipoglucemias nocturnas, aporta distintas señales de alarma y puede ser programada al detalle, en función de las características de cada persona con diabetes tipo I.

"Destaca por su excelente capacidad de medición, gracias a su sensor, y por las alertas, lo que aporta una mayor fiabilidad. Por fuera es más o menos igual, del mismo tamaño que la anterior pero está muy mejorada", explica Ángel Cabrera, presidente de la Federación de Diabéticos Españoles (FEDE). Él mismo, diagnosticado cuando tenía 43 años, lleva algunos meses probando la nueva herramienta.

Como apuntan sus fabricantes, 'Paradigm Veo' es la primera bomba "capaz de suspender la administración de insulina automáticamente para proteger al paciente contra los episodios hipoglucémicos potencialmente peligrosos". De hecho, según sostienen desde la multinacional, "cerca del 33% de las muertes relacionadas con la diabetes son resultado de complicaciones agudas" (como la citada bajada de azúcar).

Una bomba y un sensor

El sistema se compone de una bomba y de un sensor, que posibilita la medición continua. Por el momento, la Seguridad Social sí contempla la financiación del primero de ellos, en pacientes con diabetes tipo I, pero no del segundo, que es el que más encarece el sistema (unos 300 euros mensuales) y, a la vez, el que aporta más novedades. Él es el responsable de que el dispositivo se apague de forma autónoma.

"Por la noche, sólo te dabas cuenta de las bajadas de azúcar cuando te despertabas sudando y con frío. Ahora, permite predecir su aparición y puedes programarlo para que deje de funcionar cuando la glucosa esté por debajo de determinadas cifras", apunta el presidente de FEDE.

"La bomba, sin contar con el sensor, también está mejorada, ya que dosifica de una forma más precisa, algo especialmente útil para tratar a los niños", explica Francisco Javier Ampudia, de la Unidad de Diabetes del Hospital Clínico Universitario de Valencia.

En este sentido, Ángel Cabrera añade las bondades del sensor en el abordaje de los más pequeños. "Ellos no se dan cuenta de que están sufriendo una hipoglucemia y, por eso, los padres tienen que levantarse varias veces en la noche para controlar sus niveles de azúcar. Con el nuevo dispositivo, les basta con controlar las gráficas que aparecen en la pantalla y si están bien no tienen ni que despertar al hijo".

Bien controlada por el paciente

Aunque la autonomía de estos aparatos cada día es mayor, todavía cuentan con una parte importante en la que tiene que intervenir el paciente. A la hora de inyectar insulina, será el enfermo el que tenga que confirmar la dosis.

Sigue siendo necesario que el diabético se pinche el dedo dos o tres veces para ajustar esa medición con la que ofrece la ayuda electrónica. De esta forma, se van corrigiendo posibles fallos y los datos cada vez son más exactos. "Ni la EMEA ni la FDA [las agencias europea y estadounidense del medicamento, respectivamente] han aprobado los sensores sin que el paciente continúe computando los valores con un glucómetro", aclara Ampudia.

Programarlo adecuadamente; decidir si se debe aceptar la dosis de insulina que propone; saber interpretar la información que aporta... Según el endocrinólogo del citado centro valenciano, "no se puede decir que simplifique el tratamiento. De hecho, los que más se benefician de este dispositivo son los alumnos más aventajados, los que obtienen información y saben cómo manejarla. Es un gran paso disponer de todos estos datos pero se está trabajando en desarrollar unas guías de uso más comprensibles".

El nuevo modelo requiere, por tanto, "un entrenamiento especial" y su eficacia se basa en "la adecuada selección del usuario, que debe estar motivado y contar con cierta destreza".

Visto : EFE

No hay comentarios: