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miércoles, 20 de enero de 2010

Salud - La Dependencia o Adicción a los Juegos de Azar.

Tragaperras, bingos, loterías y casinos, son, por este orden, los juegos de azar preferidos por los españoles. El fácil y gran acceso a estos juegos ha traído consigo el aumento de personas con problemas de control de juego.

En España existen 450.000 jugadores patológicos. De los cuales sólo una pequeña parte acuden a recibir ayuda. La mayor parte de las personas con ludopatía, acuden en busca de ayuda 10 ó 15 años después de ser ludópatas. Cuando deciden dar el paso, su nivel de deterioro es grande y en muchas ocasiones acuden en una fase de total desesperación. De ahí que sea tan importante la detección de estas personas por parte de los que le rodean o por ellos mismos.

El juego patológico se caracteriza por ser un trastorno altamente incapacitante, y que comporta un deterioro individual (disminución de autoestima, trastornos psicosomáticos, alcoholismo...), familiar (imposibilidad de ejercer los roles familiares adecuadamente) y social (pérdida de trabajo, amigos...).

El juego patológico sigue un proceso de desarrollo cuyo inicio suele darse en la adolescencia, con pequeñas apuestas. Aunque de hecho puede iniciarse a cualquier edad, transcurriendo un intervalo de tiempo variable, normalmente de unos 5 años, desde que la persona se inicia en el juego hasta que se produce la pérdida de control. Parece que algunas personas se sienten "enganchadas" desde el primer momento, sobre todo cuando en sus primeras apuestas ocurrió una gran ganancia. Mientras que otras personas parecen haberse implicado en el juego a raíz de una dolorosa pérdida y que les incitó a seguir jugando.

En general, los ludópatas suelen pasar por tres fases:

Fase de ganancia: Al principio, el jugador atraviesa un periodo de suerte en que se producen episodios de frecuentes ganancias. Estos conducen a una mayor excitación por el juego, con lo que el jugador empieza a apostar con más frecuencia, creyéndose, además, que él es un jugador excepcional. La mayoría de jugadores sociales (sin adición al juego) no van más allá de esta fase, que puede continuar unos pocos meses más o varios años. Pero el jugador patológico invariablemente tiene una historia en la cual ha habido un episodio de una importante ganancia. La ocurrencia de este hecho establece en la mente del jugador que ello puede suceder y le crea expectativas de que puede repetirse.

Fase de pérdida: la ocurrencia de una gran ganancia significa el fin de la primera fase y el inicio de esta segunda fase. En este punto se establece una actitud excesivamente optimista en el jugador. Actitud que es característica del jugador patológico y que le conduce a aumentar la cantidad de dinero que arriesga. La conducta de juego pierde su contexto social y el jugador comienza a jugar solo. Debido a este aumento en la cantidad de dinero apostado, se van a producir fuertes pérdidas, difíciles de tolerar, y es entonces cuando el jugador empieza a jugar con el propósito no ya de ganar, sino de recuperar lo perdido. Tiene que pedir préstamos, los cuales pierde con mayor o menor rapidez. Llegado este momento, el jugador ha de confesarse a la familia. Rogando se le conceda un voto de confianza y solicitando dinero para poder salir de sus apuros. A cambio promete dejar de jugar, lo cual, suele incumplir.

Fase de desesperación: aquí aparece un estado de pánico a causa de concienciarse de su realidad: Alejamiento de la familia, gran deuda, deseo de devolver el dinero rápidamente, ser "mal visto" por la comunidad y un deseo nostálgico de recuperar las agradables sensaciones de aquellos primeros días de ganancias. Dada la falta de dinero se incrementa el riesgo de buscar vías de préstamos ilegales o de delinquir. En esta etapa, pocos jugadores son capaces de continuar en su empleo o negocios. El nerviosismo e irritabilidad del jugador afectan conductas instintivas como el sueño y la alimentación.

Escala breve de detección de la ludopatía:

*¿Cree usted que tiene o ha tenido alguna vez problemas con el juego?

*¿Se ha sentido alguna vez culpable por jugar o por lo que le ocurre cuando juega?

*¿Ha intentado alguna vez dejar de jugar y no ha sido capaz de ello?

*¿Ha cogido alguna vez dinero de casa para jugar o pagar deudas?

Probable ludópata: Aquella persona que contesta 2 o más preguntas afirmativamente. Si existe un problema de juego, lo primero y fundamental, lógicamente, es reconocerlo. Una vez visto el problema de juego en su realidad, la persona afectada puede dejar de jugar. Con ello se termina su problema con el juego, reconoce que no puede controlar el juego y lo deja. Pero hay muchas personas que intentan dejar de jugar y no pueden. Para estas personas, para los familiares y amigos de adictos al juego, existen recursos públicos y privados que pueden utilizar para mejorar su situación.

Visto : Verdemente.com

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