Cada uno de nosotros, sin importar sexo, condición social o estado civil, contamos con “disparadores” que nos colocan LITERALMENTE en forma automática en situaciones de furia o enojo.
Por ejemplo, supongamos que en el pasado, cada vez que nuestro padre nos obligaba a hacer las tareas escolares, nos tomaba firmemente del brazo. Sin querer ha creado un enlace, y entonces, cada vez que alguien nos toma de esa forma, genera en nosotros las mismas sensaciones físicas que cuando éramos niños.
Los seres humanos creamos enlaces, todo el tiempo. No sólo es natural hacerlo, sino imprescindible. Sin los enlaces, no seríamos capaces de reaccionar frente al peligro y evitarlo. La palabra “NO” es un excelente ejemplo de un enlace. Cuando a un niño que está acercando su mano al fuego le decimos “NO”, él ya sabe que es algo que está prohibido, y se echa hacia atrás (si el enlace está bien hecho). También son enlaces los aromas, sonidos, imágenes, etc.
Uno de los aspectos más interesantes de los disparadores es que son, esencialmente, flexibles. Es decir, podemos programarnos para reaccionar cómo queramos, de acuerdo a nuestras necesidades. Una vez que aprendes cómo reprogramar estos disparadores, todos los estados emocionales con los que no te sientes a gusto pueden ser disipados, calmados o incluso eliminados. Esto es posible porque tu cerebro tiene la capacidad de convertir disparadores de vicios en disparadores de virtudes. Esto significa que TODOS LOS HÁBITOS NEGATIVOS están bajo tu control. www.cursodepnl.com
Por ejemplo, supongamos que en el pasado, cada vez que nuestro padre nos obligaba a hacer las tareas escolares, nos tomaba firmemente del brazo. Sin querer ha creado un enlace, y entonces, cada vez que alguien nos toma de esa forma, genera en nosotros las mismas sensaciones físicas que cuando éramos niños.
Los seres humanos creamos enlaces, todo el tiempo. No sólo es natural hacerlo, sino imprescindible. Sin los enlaces, no seríamos capaces de reaccionar frente al peligro y evitarlo. La palabra “NO” es un excelente ejemplo de un enlace. Cuando a un niño que está acercando su mano al fuego le decimos “NO”, él ya sabe que es algo que está prohibido, y se echa hacia atrás (si el enlace está bien hecho). También son enlaces los aromas, sonidos, imágenes, etc.
Uno de los aspectos más interesantes de los disparadores es que son, esencialmente, flexibles. Es decir, podemos programarnos para reaccionar cómo queramos, de acuerdo a nuestras necesidades. Una vez que aprendes cómo reprogramar estos disparadores, todos los estados emocionales con los que no te sientes a gusto pueden ser disipados, calmados o incluso eliminados. Esto es posible porque tu cerebro tiene la capacidad de convertir disparadores de vicios en disparadores de virtudes. Esto significa que TODOS LOS HÁBITOS NEGATIVOS están bajo tu control. www.cursodepnl.com
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