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sábado, 9 de enero de 2010

La Iincontinencia Urinaria y el Ejercicio.

Mantener un peso saludable y realizar ejercicio regularmente ayudaría a proteger a los hombres de la incontinencia urinaria (IU), uno de los efectos colaterales más comunes de la cirugía por cáncer de próstata, sugirió un nuevo estudio.

Los investigadores hallaron que de 165 hombres a los que se les había removido la próstata debido a un cáncer, los que no eran obesos y hacían actividad física regularmente antes de la operación tenían menor prevalencia de IU a largo plazo. Asimismo, incluso entre los hombres obesos, los que habían sido físicamente activos antes de la cirugía eran menos propensos a padecer IU un año después de la intervención quirúrgica.

Todos los participantes se habían sometido a una prostatectomía radical, en la cual un cirujano remueve la glándula prostática y parte del tejido que la rodea. La IU y la disfunción sexual son efectos secundarios comunes de esta cirugía, aunque ambas afecciones suelen mejorar con el tiempo.

Hasta el momento, la mayoría de los esfuerzos por prevenir los efectos colaterales duraderos de la prostatectomía se centraban en mejorar las técnicas quirúrgicas, como limitar el daño de los nervios, músculos y vasos sanguíneos que rodean a la glándula prostática.

Los últimos hallazgos sugieren que existen medidas vinculadas con el estilo de vida que los hombres pueden tomar para disminuir el riesgo de padecer la IU, indicó Kathleen Y. Wolin, profesora asistente de cirugía de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington. "Este es otro motivo para que los hombres se levanten y se activen", agregó la experta.

En general, los hombres con cáncer de próstata, como todos los demás, son alentados a seguir un estilo de vida saludable, que incluye el ejercicio regular. Un estudio -publicado el mes pasado- reveló que entre los hombres con la enfermedad, los que realizaban al menos 15 minutos de actividad física diario registraban una tasa de mortalidad menor que los varones inactivos durante un seguimiento de investigación de dos décadas.

"Recomendamos fuertemente que los hombres con cáncer de próstata hablen con sus médicos sobre cómo introducir el ejercicio físico en sus vidas si actualmente son sedentarios", precisó Wolin.

Para el estudio, publicado en The Journal of Urology, el equipo observó las tasas de IU en 165 hombres aproximadamente un año después de la prostatectomía radical. Antes de la operación, todos los pacientes habían informado sobre sus hábitos de ejercicio. Los participantes que dijeron que hacían ejercicio al menos una hora por semana fueron considerados activos.

Los investigadores detectaron que los hombres obesos y sedentarios presentaban la mayor tasa de IU a largo plazo (41%), y que los varones no obesos y físicamente activos tenían la menor prevalencia (16%). Entre los obesos físicamente activos un cuarto tenía IU, al igual que los varones no obesos inactivos, lo que sugiere que el ejercicio puede compensar los efectos negativos de la obesidad.

No obstante, se desconoce el motivo por el cual la actividad física prevendría la IU. Una posibilidad podría ser que los hombres activos tengan mejor tonicidad muscular, lo que ayuda a controlar la vejiga. Otra opción es que quienes ejercitan desde hace tiempo sean más propensos a seguir el consejo de los médicos sobre los ejercicios Kegel en el posoperatorio, los cuales fortalecen los músculos del piso pélvico y mejoran la IU y el funcionamiento sexual, destacó Wolin

Según la autora, se necesitan más estudios para ver si ciertos tipos e intensidades de ejercicio son más efectivos que otros y cómo los hábitos de actividad física después de una cirugía de próstata afectarían el riesgo de IU a largo plazo.

Visto : Reuters Health

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