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domingo, 10 de enero de 2010

La Alta Tecnología y la Obesidad.

La Universidad del Sur de California (USC) desarrolla recursos de alta tecnología para ayudar a los jóvenes a controlar la obesidad, un grave problema de salud en la comunidad hispana.

Sensores que permiten medir en tiempo real los latidos del corazón, contar el número de pasos que una persona da y el tiempo de actividad sedentaria están siendo probados como un recurso más para combatir la epidemia de obesidad. La investigación es dirigida por la doctora Donna Spruijt-Metz a través de un laboratorio -de la USC- especializado en prevención y tratamiento de la obesidad en jóvenes de minorías.

"Creo que estamos a cerca de dos años para usar (masivamente) este sistema (de supervisión inalámbrica) para la prevención y el tratamiento de la obesidad", indicó Spruijt-Metz. "Estamos validando todos nuestros sensores y estaremos muy seguros de los resultados y análisis para cuando esto se dé al público", afirmó la investigadora.

Dos jóvenes hispanos con sobrepeso participan en la investigación utilizando los sensores en el laboratorio mientras realizan ejercicios -como correr en una banda móvil o practicar un juego activo de Nintendo Wii- o permanecen sedentarios. Los sensores adheridos a su cuerpo envían señales que permiten medir el ritmo cardíaco, el nivel de esfuerzo y otros indicadores de la actividad física.

Aunque las mediciones sólo se han realizado en el laboratorio, próximamente comenzarán a ser vigiladas desde sus casas. "Los jóvenes estarán usando los sensores en su casa por primera vez este fin de semana", anotó Spruijt-Metz. Esto permitirá hacer un seguimiento efectivo de la intensidad de las actividades que realicen en su hogar, añadió.

Con la utilización de moderna tecnología, el seguimiento de programas de ejercicio, horas y tipo de alimentación y tiempo sedentario, no dependerá de la información suministrada por los pacientes, destacó la experta. "Los datos van a un teléfono celular que los transmite a un servidor confiable.

El servidor igualmente envía de regreso los datos analizados, al teléfono celular", precisó. Adicionalmente, la información será recibida en tiempo real y permitirá un registro y seguimiento objetivo para establecer la relación entre la actividad física, la alimentación, el ejercicio y otros factores de la vida diaria con respecto al aumento o reducción en el peso de los pacientes.

Aunque otros centros de investigación en el país están desarrollando proyectos similares, el de USC es el único orientado para prevenir y combatir la obesidad en jóvenes de las minorías, especialmente hispanos, gravemente afectados por esta epidemia. "Todos nuestros sujetos (en la investigación) son hispanos, definidos por tener (cada uno) dos padres y cuatro abuelos que se identifican como hispanos", aclaró la experta.

Un reporte publicado -en junio del 2009- en la Journal of the American Dietetic Association, señaló que la prevalencia de sobrepeso entre los niños y adolescentes mexico-americanos (2 a 19 años) está entre las más altas del país con porcentajes de más de 23% para los varones y 18,5% para las niñas.

"Los niños latinos son más resistentes a la insulina y por lo tanto más propensos a desarrollar enfermedades crónicas relacionadas con la obesidad que los niños blancos", afirmó Emily Ventura, investigadora de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), en un informe presentado en abril de 2009 en el que participó Spruijt-Metz.

La obesidad y la inactividad física le cuestan a California 41 000 millones de dólares anuales relacionados con el cuidado de la salud, según reporte presentado a mediados del 2009 por California Center for Public Health Advocacy.

Una investigación publicada a finales de 2008 por el Centro de Investigación de Política de Salud de UCLA, encontró que el 21% de los adolescentes de familias de bajos ingresos de California -más de un tercio hispanos- es obeso.





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