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viernes, 9 de octubre de 2009

Es posible - Adelgazar sin Dieta.

La dieta del pomelo, la de la sopa, la de las proteínas, la de los carbohidratos, etc. La lista de torturas dietéticas es larga.

Cada vez hay más opciones para hacerte pasar hambre y ponerte de mal humor durante unos días. ¿Y qué tienen en común todas estas dietas? Tres cosas:

- Si las sigues al pie de la letra te hacen perder kilos rápidamente;
- Se ponen de moda rápidamente con el "boca a boca";
- Son incompatibles con la alimentación del día a día.

Pero piensa un poco: ¿Se mantiene la pérdida de kilos al abandonarla? ¿Serías capaz de vivir a base de pomelo más de dos días? ¿Seguirías esta dieta si tu amigo/a del gimnasio no te hubiera dicho que ha perdido tres kilos en una semana?

Deja de sabotear tu metabolismo y apuesta por perder peso de una forma sana, natural y sin pasar hambre. Sólo tienes qué educar a tu cerebro para aprender a comer bien y desterrar la palabra dieta de tu mente para siempre.

Prácticamente todas las dietas consiguen hacer que pierdas peso, pero al final fracasan porque los kilos se recuperan al volver a la alimentación normal. La única forma de mantener el peso una vez que se ha llegado al peso deseado es que los alimentos que se tomen sean normales y que no supongan un sacrificio en el menú diario para que puedas seguir comiendo lo mismo después de adelgazar.

Piensa cuánta gente conoces que ha estado sometida a un régimen estricto durante unos meses, sin comer con la familia, sin cenas con los amigos, con una férrea voluntad hasta alcanzar su peso "ideal". Y de esas personas ¿a cuántas conoces que no hayan recuperado el peso perdido?

La mayoría recaen después del sacrificio porque vuelven a la rutina diaria, pero es lógico, pocas dietas consideran adelgazar comiendo los mismos alimentos de siempre pero de una forma diferente y más sana.

Otro problema es el famoso efecto yo-yo, que aparece en las personas que se someten a dietas ridículas hasta que pierden peso. Al abandonarlas, ganan peso y vuelven a otro dieta milagrosa y así durante todo el año.

Al poco tiempo el metabolismo se rebela y se ganan más kilos de los perdidos y se termina odiando cada alimento mágico para adelgazar. Este efecto diabólico se produce porque la mayoría de estas dietas se basan en tomar alimentos diuréticos o laxantes que hacen perder líquidos rápidamente y son repetitivas (se come sopa todos los días).

Al final se adelgaza por aburrimiento y se pasa mucha hambre. En cuanto se termina el periodo de dieta, tu mente te pide comida, no puede más, las células demandan energía y en cuanto se vuelve a la alimentación normal, se recuperan los kilos, simplemente por la rehidratación de los tejidos, y porque el metabolismo se ve forzado a guardar reservas por si a tu "cabeza loca" le vuelve a dar por seguir una nueva dieta restrictiva.

Curiosamente, todos terminamos por caer en la "dieta del bikini" al llegar el verano. Aunque nuestro sentido común nos indique la imposibilidad de conseguir adelgazar con estos métodos, sorprende ver a personas inteligentes y con formación, seguir estos regímenes por la obsesión por adelgazar y ponerse el bañador para irse de vacaciones con unos kilos de menos (y de paso, menos salud y menos dinero).

La tiranía de la moda nos ha hecho creer que la delgadez es belleza y nos convierte en esclavos/as del culto al cuerpo, cueste lo que cueste.

Abre tu mente, la mejor garantía para perder peso y no volverlo a recuperar es seguir una alimentación sana, equilibrada y natural, fácil de hacer y adecuada a tu estilo de vida y gustos gastronómicos.

Olvídate de la palabra dieta, para adelgazar necesitas cambiar tu mente al mismo tiempo que tu despensa. Hay que comer de todo, porque descubrirás que es más importante la forma de cocinar y la proporción y cantidad de cada grupo principal de alimentos, que seguir una mono-dieta aburrida a base de apio y lechuga.

La mayoría de las personas que pierden peso y se mantienen durante toda la vida no han seguido una dieta específica, han aprendido a comer. Son conscientes de que su peso se mantiene en el punto que ellos quieren porque toman los alimentos que se adaptan a su estilo de vida y al gasto de energía que realizan.

Y por supuesto, no te vamos a descubrir ningún secreto porque tú ya lo sabes: laactividad física diaria es tu mejor aliada para adelgazar sin pasar hambre, evitar la ganancia de kilos con la edad y para que tu cuerpo se acostumbre a mantener el motor en marcha y las bisagras engrasadas. Fuente : Pulevasalud.com

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