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jueves, 3 de septiembre de 2009

Enfoque Diferente en el Tratamientos del Cáncer

Project Syndicate (¡no puedo dejar de leerlo!) publicó hace no mucho tiempo un artículo interesante del dr. Robert A. Gatenby (Jefe de Radiología y Oncología Matemática Integrada en el H. Lee Moffitt Cancer Center, Florida - EEUU) en el cual señala que, en ciertos casos, buscar controlar la enfermedad -en lugar de esforzarse por curarla- puede constitur la mejor alternativa.

Entre otras cosas señala:

“… lo que se ha aprendido [estudiandio] especies exóticas, en combinación con modelos matemáticos recientes de la dinámica evolutiva de los tumores … indica que tal vez sea imposible erradicar la mayoría de los cánceres. Más aún, tratar de hacerlo podría empeorar el problema”.

“En 1854, año en que nació Ehrlich, se observó por primera vez la polilla de la col en Illinois. Dentro de cinco décadas, se había propagado por toda Norteamérica. Hoy infesta el continente americano, Europa, Asia y Australia. Los intentos de erradicarla utilizando sustancias químicas funcionaron sólo a medias. A finales de los años 80, los biólogos encontraron variedades que eran resistentes a todos los insecticidas conocidos”.

“La habilidad de las células tumorosas de adaptarse a una amplia variedad de condiciones ambientales, incluidas las sustancias químicas tóxicas, es similar a las capacidades evolutivas demostradas por las plagas de los cultivos y otras especies invasivas [...] Tal como las especies invasivas se adaptan a los pesticidas, la mayoría de las células cancerosas se adaptan a las terapias”.

“Numerosas observaciones apoyan la idea de que las células cancerosas pagan un precio por la resistencia. Por lo general, las células que en cultivos de laboratorio son resistentes a la quimioterapia pierden su resistencia cuando se quitan las sustancias químicas. Las células de cáncer de pulmón que son resistentes a la quimioterapia con gemcitabina se reproducen menos y son menos invasivas y mótiles que sus contrapartes sensibles a las drogas”.

Y concluye advirtiendo:

“Por supuesto, los investigadores del cáncer no deberían abandonar su búsqueda de terapias cada vez más eficaces, e incluso una cura. Sin embargo, puede que sea tiempo de temperar nuestra búsqueda de balas mágicas y reconocer la fría realidad de la dinámica evolutiva de Darwin. Es posible que el objetivo de la medicina de una victoria gloriosa sobre cáncer deba ceder ante la aceptación de que lo mejor que se puede lograr es un punto de precaria estabilidad”. Leer el artículo completo, click aquí.

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