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lunes, 11 de mayo de 2020

La ansiedad y el coronavirus.

Mujer afuera, ojos bien abiertos, sosteniendo un pañuelo en la nariz con ambas manos.

Para muchas personas, la incertidumbre que rodea al coronavirus es lo más difícil de manejar. No se sabe cómo nos afectara o qué tan mal podrían ponerse las cosas, lo que hace que sea demasiado fácil convertirse en un miedo y pánico abrumador. Pero hay muchas cosas que puede hacer, incluso ante esta crisis única, para controlar su ansiedad y sus miedos. 



Está causando un aumento del estrés y la ansiedad en las personas y estas reacciones pueden incluir sentirse abrumado, temeroso, triste, enojado e indefenso y algunas personas hasta pueden tener dificultades para dormir o concentrarse. 


El miedo al contacto con otras personas, viajar en transporte público o ir a espacios públicos puede aumentar y algunas personas tendrán síntomas físicos, como un aumento de la frecuencia cardíaca o malestar estomacal. 

Los ataques de pánico también pueden ser una respuesta a la cuarentena producto al brote de coronavirus y una de las cosas que lleva a los ataques de pánico es preocuparse en exceso por razones sin fundamento. 

Es vital mantenerse informado, particularmente sobre lo que está sucediendo en su comunidad, para que pueda seguir las precauciones de seguridad recomendadas y hacer su parte para frenar la propagación del coronavirus. Pero hay mucha información errónea, así como una cobertura sensacionalista que solo alimenta el miedo. 

Estamos en una época de agitación masiva y hay muchas cosas fuera de nuestro control, incluyendo cuánto dura la pandemia, cómo se comportan otras personas y qué va a pasar en nuestras comunidades. Es algo difícil de aceptar, y muchos de nosotros respondemos buscando interminablemente en Internet respuestas y pensando en los diferentes escenarios que podrían suceder. Pero mientras nos centremos en preguntas con respuestas y circunstancias desconocidas fuera de nuestro control personal, esta estrategia no nos llevará a ninguna parte, aparte de sentirnos agotados, ansiosos y abrumados. 

Es natural estar preocupado por lo que puede suceder si su lugar de trabajo cierra, sus hijos tienen que quedarse en casa, la escuela, usted o alguien que ama se enferma, o usted tiene que ponerse en cuarentena. Si bien puede pensar en estas posibilidades, ser proactivo puede ayudar a aliviar al menos parte de la ansiedad. 

Si sientes que comienzas a caer en la negatividad o el pánico, conectarte a ti mismo en el momento presente puede detener la espiral negativa y permitir que tu cerebro racional vuelva a estar en línea. Es por eso que lo más importante que la mayoría de la gente puede hacer en este momento para hacer una diferencia positiva es practicar el distanciamiento social. 

Todos nosotros vamos a necesitar tranquilidad, consejos o un oído comprensivo durante este momento difícil. Pero ten cuidado con quién eliges como caja de resonancia. El coronavirus no es lo único contagioso. ¡Así son las emociones! Evite hablar sobre el virus con personas que tienden a ser negativas o que refuerzan y aumentan sus miedos. Diríjase a las personas en su vida que son reflexivas, sensatas y buenas oyentes.


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