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viernes, 13 de agosto de 2010

Salud - ¿La Obesidad influye en el Aumento de las Cesáreas?

Cuanto más sobrepeso tiene una embarazada al momento del parto, más riesgo corre de que se le realice una cesárea. Uno de cada tres partos en Estados Unidos es por cesárea, una cirugía que puede causar complicaciones en la madre y el bebé, como infecciones, sangrados o una histerectomía.

Esta cifra es casi un 50 por ciento más alta que a mediados de la década de 1990, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.

"Como médicos, enfrentamos muchos problemas al tratar a pacientes con índices de masa corporal (IMC) altos y uno es el aumento del riesgo de tener que hacer una cesárea", indicó a Reuters Health la doctora Michelle Kominiarek, de la Indiana University.

El IMC es un indicador del nivel de obesidad de una persona a partir de la relación entre su peso y su altura.

Kominiarek agregó que, aunque estudios previos habían asociado el parto por cesárea y el IMC, ninguno había sido lo suficientemente grande o detallado como para determinar cómo otros factores, como partos vaginales o cesáreas previas, podían alterar ese riesgo.

El equipo de Kominiarek reunió datos de casi 125.000 mujeres registradas en el llamado Consortium on Safe Labor, de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos. Todas las pacientes habían tenido un bebé entre el 2002 y el 2008. Luego, los autores analizaron las condiciones de cada parto.

El 14 por ciento de las mujeres había tenido cesárea, según publicó el equipo en American Journal of Obstetrics and Gynecology. Y por cada punto más de IMC, medido al ingresar al hospital para el parto, el riesgo de necesitar una cesárea crecía un 4 por ciento.

El equipo descubrió también que ese riesgo variaba según si la mujer había tenido o no una cesárea previa. Todos esos efectos se mantuvieron tras considerar factores como la edad materna, la etnia y la dilatación del cuello uterino al ingresar al hospital.

Las mujeres con una cesárea previa presentaban el doble de riesgo de tener una segunda cesárea: más del 50 por ciento de las mujeres en trabajo de parto tenía un IMC superior a 40, lo que se considera obesidad mórbida o grave.

Lo que motiva en parte a optar por repetir una cesárea es el temor a que un parto vaginal genere desgarros en las cicatrices uterinas generadas a la altura del abdomen por el nacimiento previo.

No obstante, un estudio reciente halló que esas rupturas uterinas no son tan frecuentes como se pensaba; ocurren en menos del 1 por ciento de los partos vaginales que se realizan después de haber tenido una cesárea.

Otros factores asociados con el riesgo de necesitar cesárea identificados en el estudio incluyeron la edad materna superior a los 35 años, ser afroamericana o hispana y tener diabetes.

Visto : Buenasalud.com

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