La insuficiencia cardíaca aparece cuando el corazón deja de ejercer correctamente su función de bomba circulatoria; con cada latido, el corazón debe llenarse de sangre y después impulsarla por todo el sistema circulatorio. Cualquier enfermedad que deteriore su funcionamiento, en el llenado o en el vaciado, puede ocasionar esta enfermedad.
Cuando el corazón se hace insuficiente, existe una tendencia a la retención de líquidos en el sistema circulatorio, ocasionando un estado congestivo que afecta principalmente a los pulmones y a las partes más declives. El paciente manifiesta cansancio y dificultad respiratoria (disnea) en actividades que antes podía hacer, como caminar, e incluso en reposo en fases más avanzadas. Esta dificultad respiratoria se puede asociar con tos, típicamente se agrava con la posición acostada y se alivia al sentarse, lo que puede ocasionar despertares nocturnos bruscos con sensación de asfixia. También pueden aparecer edemas en ambos tobillos y pies, distensión abdominal y digestiones pesadas, que se agravan a lo largo del día. Durante la noche, el paciente orina con más frecuencia, eliminando así parte del exceso de líquidos y de los edemas.
Todos estos síntomas suelen ser progresivos y deben hacernos acudir a nuestro cardiólogo, puesto que si no se tratan precozmente pueden acabar necesitando una atención urgente en el hospital.
Enfermedad muy extendida
El envejecimiento de la población y las mejoras en el tratamiento de las diferentes cardiopatías, cuyo destino final común es la insuficiencia cardíaca, han hecho que esta enfermedad haya alcanzado magnitud epidémica en los países desarrollados. En este sentido, se estima que su prevalencia se encuentra en torno al siete por ciento por encima de los 45 años de edad, alcanzando porcentajes cercanos al 20 por ciento en personas que superan los 75 años. Esta enfermedad es la primera causa de ingreso hospitalario a partir de los 65 años.
En el momento actual, la enfermedad coronaria es su principal causa, seguida de la hipertensión arterial, la fibrilación auricular, las enfermedades valvulares y las miocardiopatías, pero cualquier cardiopatía puede, en algún momento de su evolución, ocasionar insuficiencia cardíaca.
Visto : Articulo.org
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