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sábado, 20 de marzo de 2010

Sexualidad - La Falta de Lubricación Vaginal.

La falta de lubricación vaginal es la molestia principal de las mujeres con trastorno de excitación sexual. Es importante que toda mujer, especialmente aquella que se encuentre en su menopausia y comience a sentir sequedad vaginal, sepa cómo evitar que esto sea un obstáculo para disfrutar de sus relaciones sexuales.

Por regla general, toda mujer que comience a percibir sequedad vaginal y/o insuficiente lubricación en sus relaciones sexuales, con independencia de su edad, debe dedicar especial atención al disfrute del juego sexual previo a la penetración. Si bien las caricias de todo tipo son clave para el disfrute de cualquier pareja, en estos casos pueden suponer la diferencia entre sentir placer o molestias, en el momento del coito.

Así como podemos cuidar cualquier parte de nuestro cuerpo, es muy importante cuidar la vulva y la vagina. Si proporcionamos a nuestro cutis cuidados con cremas, la vulva y la vagina también requieren de atención cuando aparece la sequedad vaginal.

En la farmacia puedes encontrar, sin necesidad de receta médica, geles que contienen isoflavonas de soja, con propiedades hidratantes y suavizantes que te ayudan a evitar la sequedad vaginal, proveyendote de mayor lubricación. Los comprimidos de isoflavonas, las cápsulas de aceite de onagra o las vitaminas A y E, también mejoran el estado de la piel de todo el cuerpo y las mucosas.

A tu médico puedes consultar sobre la conveniencia de la Terapia Hormonal Sustitutoria (THS), que consiste en la reposición hormonal con estrógenos y progestágenos. Tanto si recurres a la THS como si no lo haces, es destacable la ventaja, en cuanto a calidad de vida y facilidad para continuar disfrutando de tu sexualidad, el uso de lubricantes y geles vaginales antes mencionados.

Si optas por el uso de lubricantes, es preferible que sean de base hídrica o solubles en agua. Los lubricantes que no se disuelven en agua proceden del petróleo, de manera fundamental se trata de la vaselina y otros aceites minerales. Éstos, a causa de su indisolubilidad en agua, se adhieren a la mucosa vaginal, lo que puede facilitar el desarrollo de gérmenes y ocultar las infecciones hasta que están demasiado avanzadas.

Es conveniente que uses un lubricante que tenga un pH ligeramente ácido, que no supere el 5.0, similar al habitual de la vagina y que le permite la mejor defensa frente a infecciones o desequilibrios en la flora bacteriana vaginal.

Con un gel ligero, de fácil aplicación, que carezca de sustancias que le confieran sabor, olor o color, corres menor riesgo de posible irritación vaginal.

Mejor aún si su efecto lubricante es de larga duración. Eso te facilitará la espontaneidad en el encuentro sexual sin necesidad de estar pendiente del momento de su aplicación previa al coito. Los geles de isoflavonas cumplen esa función.

Por último, es recomendable que el lubricante sea fácil de eliminar con el lavado, cosa que también ocurre cuanto más soluble es en agua. En el caso de los geles de isoflavonas, que mencionábamos antes, no requieren de lavado porque actúan como una crema hidratante y suavizante.

A mayor hidratación vaginal, mayor disfrute sexual…

Visto : Psicoayuda.jimdo.com

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