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martes, 2 de febrero de 2010

Tecnologìa - La Medicina y el 'iPad'

Escasas horas después de su presentación mundial, es difícil predecir si el iPad, como ya ha sucedido con la mayoría de 'gadgets' de Apple, ofrecerá beneficios en el campo de la Medicina. Todo parece apuntar a que sí. En la actualidad, el iPhone y el iPod Touch cuentan con más de 10.000 aplicaciones informáticas centradas en la salud del ciudadano (un podómetro, un medidor de la frecuencia cardiaca, una calculadora del índice de masa corporal...). No sólo eso. Son muchos los médicos que ya emplean estos dispositivos para telemonitorizar a los enfermos: controlan sus constantes vitales sin ni si quiera estar en el hospital.

"Usar los teléfonos de alta gama como instrumento de trabajo ofrece grandes posibilidades, es un elemento de cálculo y de información. Además, permite la comunicación con médicos y pacientes", explica Miguel Ortiz, director de Sistemas del Hospital de Torrevieja (Alicante), uno de los centros españoles más informatizados y en el que los especialistas están muy acostumbrados a usar las agendas electrónicas (PDA) y el iPhone en su quehacer diario.

Por lo tanto, como ha sucedido con el teléfono de Apple, es presumible que el iPad acabe por imponerse también en la Medicina. "Habrá que valorarlo primero, no se trata de tener siempre el dispositivo de última generación sin que éste sea realmente útil", matiza Ortiz. Quizás el área que más coja está, en cuanto a la monitorización a distancia, es la del envío y el manejo de las imágenes médicas. Quizás ahí tenga mucho que aportar la nueva tableta de la multinacional informática.

La semana pasada, un estudio aparecido en 'American Journal of Roentgenology' valoraba el uso de sistemas como la PDA o el iPod Touch para visualizar una radiografía de muñeca o un TAC (Tomografía Axial Computerizada) de cabeza. Al compararlo con las estaciones de trabajo de los hospitales, ambos dispositivos resultaron igual de eficaces a la hora de identificar trastornos como una fractura de muñeca o una hemorragia intracraneal.

En el citado centro alicantino, ya es pura rutina que el radiólogo de guardia no tenga que desplazarse al hospital para ofrecer un informe sobre una radiografía. Eso sí, para realizar el diagnóstico necesita emplear un ordenador y un monitor clásicos. "Todavía no disponemos de la tecnología necesaria para poder transmitir las imágenes con la suficiente calidad a los dispositivos portátiles", apunta Ortiz. Como él mismo añade, "en poco tiempo, podrá viajar todo tipo de información. Ya contamos con las suficientes técnicas de seguridad, los datos van encriptados, y con la tecnología 3-G se puede hacer casi cualquier cosa".

Aunque es imposible predecir lo que traerá el futuro, y mucho menos en avances tecnológicos, parece que esta década, la que se inicia en 2011, está llamada a ser la de la medicina digital. Así lo sostienen expertos como Eric J. Topol, del Instituto Scripps de Ciencia Traslacional (Estados Unidos), que publica un comentario al respecto en la revista Science Translational Medicine. Para él, la tecnología sin cables y la genómica serán los ejes del futuro. En el caso de la primera, serán esenciales los sensores que monitoricen continuamente a los pacientes, sobre todo a los crónicos, o los dispositivos portátiles. Esto, combinado con la información genética, mejorará la posibilidad de "prevenir enfermedades" con un componente hereditario. Por ejemplo, se podría controlar con un sensor 'wireless' el nivel de glucosa en la sangre de un paciente con riesgo de sufrir diabetes mellitus.

Visto : Elmundo.es

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