TRADUCTOR

domingo, 17 de enero de 2010

Los Temores y Miedos de la Infancia.

Estos son los temores y miedos más frecuentes en los diferentes momentos de la infancia:

De los 0 a los 6 meses: Pérdida de apoyo, ruidos

De los 7 a los 12 meses: Extraños, altura, aparición repentina de objetos amenazantes

Al año: Separación de los padres, lesiones, inodoro, extraños

A los 2 años: Ruidos fuertes, animales, cuartos oscuros, separación de los padres, objetos o máquinas grandes, cambios en el ambiente personal.

A los 3 años: Máscaras, oscuridad, animales, separación de los padres.

De los 4 a los 5 años: Ruidos nocturnos, oscuridad, daño corporal, “personas malas”

De los 6 a los 8 años: Seres sobrenaturales (brujas, fantasmas), relámpagos y truenos, soledad, lesiones personales.

De los 9 a los 12 años: Pruebas y exámenes escolares, rendimiento escolar, apariencia física, lesiones corporales, muerte, oscuridad.

Los temores son muy comunes entre los 2 y los 4 años de edad y muchos de ellos se presentan como miedo a los animales, en especial a los perros. Alrededor de los 6 años de edad, es común que los niños teman a la oscuridad, a las tormentas o a los doctores. Muchos de estos temores desaparecen a medida que el niño crece y pierde su sentido de impotencia.

Las razones por las cuales sienten tantos miedos en este periodo de su vida, pueden encontrarse en la intensa fantasía que la caracteriza, y en la incapacidad de los niños para distinguir “lo simulado” de la realidad.

Los niños mayores sienten otros temores. Entre los 8 y los 12 años de edad, cuando entienden la relación causa-efecto, es probable que teman más las lesiones corporales y los peligros físicos, mientras que entre los 4 y los 6 años pueden sentir miedo de las personas desconocidas o “feas”.

Las imágenes aterradoras de un programa de televisión o las películas violentas pueden contribuir a mantener las ansiedades. Algunas veces, la imaginación de los niños los hace sentirse atacados por un animal o abandonados, sin embargo, algunos de estos miedos provienen de la evaluación de peligros reales (como ser mordidos por un perro) o eventos reales (cuando un niño ha sido testigo o ha estado involucrado en un accidente de tránsito, es posible que genere temor a los autos o a cruzar la calle). A esta edad los niños han acumulado mayor conocimiento y experiencia, y saben que existen muchas cosas a la cuales deben temer.

No es del todo claro, porque algunos miedos desaparecen y otros persisten. Al parecer las reacciones de los adultos cumplen un papel importante en esas situaciones. Los padres deben aceptar que los miedos son normales, dar confianza a los niños y animarlos para que expresen sus temores sin ridiculizarlos o castigarlos. No debe permitirse que los niños eviten el objeto de sus miedos, pues esta conducta no permite que el temor desaparezca.

Algunos niños pueden transformar sus miedos en agresiones, sin embargo éstos pueden aflorar de otra manera en la primera infancia.

Visto : Articulo.org

No hay comentarios: