TRADUCTOR

martes, 12 de agosto de 2008

( OPINION ) Silvana Dakduk // Rebuscarse en Venezuela

En Venezuela, "rebuscarse" o "matar un tigre" son expresiones de la jerga popular con las que describimos actividades finitas y alternativas que generan ingresos económicos, las cuales pueden coexistir o no con algún otro ingreso formal o informal.
Cuando alguien trabaja formalmente y se rebusca, lo hace para conseguir dinero extra y suplir las insuficiencias del salario. El protagonista del rebusque, es percibido en nuestra cultura como una persona "avispada", que no se conforma porque posee unas características personales excepcionales, y un tino para distinguir qué vender o hacer, para lograr un ingreso alternativo.
El rebusque es una condición que poseen sólo algunas personas particularmente emprendedoras e ingeniosas, unos venezolanos atípicos no por sus carencias económicas sino por su habilidad para vencer las limitaciones del ingreso formal, de crearse un fondo para los gastos personales e imprevistos y evitar endeudarse.
El que no se rebusca y el salario no le rinde, es ubicado en el territorio del conformismo y de la falta de ingenio, del deudor, condiciones que pertenecen al ámbito del trabajo formal. Una excepción honrosa del rebusque venezolano es el profesionalismo, pues lo que prestan un servicio profesional por cuenta propia no se rebuscan o matan tigres, ya que vivir de una habilidad formal es clasificado como "libre ejercicio de la profesión", propio de profesionales innovadores, que desean ir más allá del salario y diversifican con su práctica las oportunidades que le brinda su formación.
Aunque esta práctica tenga sus detractores, los beneficios que ofrece frente al salario resultan más valorados en un país donde es deseable ser vivo y avispado, razón por la cual quienes migran a formas independientes y alternativas de ganarse la vida rara vez desean volver al mundo formal. Es decir, el rebusque es una condición ventajosa de cara a los trabajos formales, ya que para los venezolanos que lo han adoptado como modus vivendi afirman que mientras la liquidez cotidiana va sufriendo una especie de entropía, en el rebusque prolongado la tenencia de dinero en efectivo se mantiene constante.
Desde esta condición, el empleo formal es visto negativamente por: explotación, salario que no responde a las necesidades actuales, beneficios asimétricos para el empleado. Para quienes pisan el terreno de la autonomía, en su mayoría, no desean volver a la formalidad y expresan la necesidad de convertir eso alternativo o provisional en una práctica social legítima.
El futuro, para quienes viven del rebusque, genera dudas respecto a los mecanismos que pudiera emplear el Estado para legitimar estas formas de ganarse la vida. Es por ello que urge dar un giro a la situación actual, quizás con un negocio formal pero propio con una orientación emprendedora, pero siempre respetando las condiciones de autonomía, pues la libertad de ser jefe de sí mismo, de definir las reglas de acción y decidir cómo se administrarán los ingresos son elementos valorados, que abonan el terreno para estabilizarse prospectivamente.
*****************************************
PARA SU MAYOR COMODIDAD, infórmate con las últimas noticias de actualidad de America Latina y el Mundo, en el nuevo listado de vinculos ¨ NOTICIAS ACTUALIZADAS AL MINUTO PARA TI ¨ ubicado en la parte superior.

No hay comentarios: