Confluencia de razas, fundidas en maravilloso crisol por el calor tropical; una sola materia y esencia, pueblo noble y cordial, cuya grandeza trasciende sus fronteras; de ella emerge la impetuosa alma de una estirpe gloriosa, cuna de Simón Bolívar, génesis de libertad... Venezuela.
Nación de múltiples facetas, donde espectaculares playas, majestuosas elevaciones, misteriosas selvas, bosques vírgenes, exuberante fauna, extensos llanos, paradisíacas islas y gente amable y dinámica, convergen en esta gran obra de la naturaleza, creando un campo fértil al desarrollo del rubro turístico, el cual ha experimentado un vigoroso empuje en los últimos años, haciendo de Venezuela un punto de destino para el viajero.
Poseedora de un impresionante caudal de recursos minerales y energéticos, donde el petróleo (fuente principal de divisas del país) ocupa un lugar preponderante, junto al hierro, el aluminio, el oro y los diamantes, los cuales se unen a un potencial hidroeléctrico de gran magnitud y un vertiginoso crecimiento de la capacidad industrial instalada en las dos décadas pasadas.
Tierra de gracia, exigente pero estimulante y generosa; mitos y leyendas originados en las soñadoras mentes de buscadores de fortuna, en comunión con la sublime realidad, y voces como la de Cristóbal Colon: "Creía haber llegado al paraíso terrenal...". El Gran Almirante no se equivocaba y ellos tampoco... es Venezuela.
Nación de múltiples facetas, donde espectaculares playas, majestuosas elevaciones, misteriosas selvas, bosques vírgenes, exuberante fauna, extensos llanos, paradisíacas islas y gente amable y dinámica, convergen en esta gran obra de la naturaleza, creando un campo fértil al desarrollo del rubro turístico, el cual ha experimentado un vigoroso empuje en los últimos años, haciendo de Venezuela un punto de destino para el viajero.
Poseedora de un impresionante caudal de recursos minerales y energéticos, donde el petróleo (fuente principal de divisas del país) ocupa un lugar preponderante, junto al hierro, el aluminio, el oro y los diamantes, los cuales se unen a un potencial hidroeléctrico de gran magnitud y un vertiginoso crecimiento de la capacidad industrial instalada en las dos décadas pasadas.
Tierra de gracia, exigente pero estimulante y generosa; mitos y leyendas originados en las soñadoras mentes de buscadores de fortuna, en comunión con la sublime realidad, y voces como la de Cristóbal Colon: "Creía haber llegado al paraíso terrenal...". El Gran Almirante no se equivocaba y ellos tampoco... es Venezuela.
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