Se llama el milagro de la vida por una razón. El viaje a través del embarazo y el nacimiento del niño es asombroso, donde el cuerpo trabaja realmente como un libro de texto y termina con el nacimiento de un bebé recién nacido. Un embarazo y un parto rutinarios es el resultado que todos los padres y obstetras esperan.
Para los padres, planificar el parto perfecto es utilizar una rutina, que se podría llamar "matemáticas del embarazo". Para determinar la "mejor" fecha o el "mejor" año, comienzan por restar 10 meses desde cuando esperaría que entregaran. Añade una ventana de 2 meses para "intentar" y automáticamente hay 12 meses entre intentar concebir a un niño y el tiempo que un niño nacerá.
Tal vez alguien podría decir que hay factores, tales como el tiempo cuando el niño va a nacer, o qué meses no quiere estar embarazada. Algunas personas les gusta evitar altos grados de temperatura, mientras que otros prefieren evitar conducir a través de ventiscas a dar a luz.
El aborto, sin embargo, es el divisor en matemáticas del embarazo. El aborto involuntario toma el cálculo final y lo corta todo a la mitad. Una vez que una madre en espera ha descubierto que ha sido concebida, inmediatamente comienza a planificar su año. Ella mira la fecha de vencimiento y qué compromisos podrían interferir, y calcula las citas prenatales y las opciones de ropa.
Días de su vida están planeados para el próximo año y son cortados en el minuto en que ocurre el aborto. Todo un año se vuelve vacío, libre y aislante.
Usted ve, a la mayoría de las personas que no han experimentado la pérdida y no entienden que el dolor del aborto sigue a la persona durante todo el año después. El aborto es una estadística, y muchas mujeres, por desgracia, experimentan rutinariamente esta pérdida trágica.
Una vez que un paciente no asiste a las visitas con el médico después de un aborto involuntario, el dolor de la pérdida continúa con ese primer año; Aunque el dolor, subsiste, no termina.
Cuando descubrimos que hay un niño que ha comenzado a tomar forma, no podemos dejar de preguntarnos quién será. ¿Con quién se verá? ¿Cómo reaccionará su hermano? ¿Elegiremos la guardería? Las preguntas son interminables, y la planificación es constante.
Cuando ocurre la pérdida, todo desaparece. No hay un niño. Es un recordatorio constante del niño que nunca vino. Porque científicamente sabemos que sólo ese huevo y ese esperma crean a ese niño, no habrá más niño que el perdido. Sabemos que el próximo niño, si tenemos la suerte de tenerlo, será completamente diferente.
Aquí está el dolor tácito del embarazo: El dolor que conduce a las mujeres a sufrir en silencio, hasta el punto de querer quitarse su propia vida. Un aborto involuntario es la pérdida de un niño planeado antes de que haya llegado. Científicamente, un medico puede decir a una madre afligida los hechos, después de todo, o que era la manera de la naturaleza porque había anomalías cromosómicas. Todas esas palabras, toda la ciencia, son simplemente el bloque de construcción científico. Para el médico, el "grupo" de células que fueron "desahuciadas" del útero fue una vida y una vida.
Las mujeres que comparten su pérdida se convierten en "buscadores de atención". Realmente necesitan "seguir adelante". Era "sólo células" y "mejor porque algo estaba probablemente equivocado con él". Continuamente, se encuentran mujeres en grupos de apoyo que no tienen a dónde ir a excepción de los extraños que han pasado por la misma experiencia. Comparten historias de personas que las desgarran por compartir su historia de aborto y pérdida.
Ellos piensan que los médicos parecen indiferentes y poco amables porque se mueven rutinariamente a través de la pérdida. Estas mujeres, sin embargo, se desgarran tanto que se callan en el mundo público sobre el niño que nunca darán a luz también, tomar el parque, o ver graduado. Sus hijos se convierten en sombras en sus vidas.
Puesto que no todos pueden entender, y puesto que no queremos que todos lo entiendan, simplemente preguntamos esto. Independientemente de cómo se sienta o lo que sabe médicamente o cómo cree, por favor, sepa que muchos de nosotros sentimos que perdimos a un niño por toda la vida. Por favor, sepa que cuando hablamos de embarazo, nacimiento, hijos y hermanos con otros que una pequeña parte en muchos de nosotros grita por dentro. Sepan que cuando nos sentamos en las salas de espera y observamos a los pacientes celebrar su exitosa ecografía en su oficina, ambos estamos tan aliviados por ellos, pero también revivimos nuestro propio dolor. Por favor, sepan que en nuestras familias hay agujeros que deben ser llenados por niños que nunca vinieron. Nuestras rutinas nunca serán las mismas.
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