La tensión en Venezuela está tomando un rumbo de terror, en donde la oposición y el gobierno se acusan mutuamente de intentar realizar un golpe. Olas de protestas contra el gobierno y docenas de personas han muerto en la violencia relacionada con las protestas desde abril
En Venezuela se dividen en chavistas, y aquellos que no pueden esperar ver el fin de 18 años de corrupción y pobreza.
Los chavistas alaban a Chávez en su momento y ahora a Maduro por usar las riquezas petroleras venezolanas para reducir notablemente la desigualdad y para sacar a muchos venezolanos de la pobreza.
Pero la oposición dice que desde que llego el PSUV al poder en 1999, se han erosionado las instituciones democráticas de Venezuela y ha manejado mal su economía.
Los chavistas a su vez acusan a la oposición de haber explotado a los venezolanos pobres para aumentar sus propias riquezas.
Actualmente, el gobierno de Venezuela se ha visto obstaculizado por la caída de los precios del petróleo, el cual representa alrededor del 95% de los ingresos de exportación, utilizado para financiar algunos de los generosos programas sociales.
La falta de ingresos petroleros ha obligado al gobierno a restringir sus programas sociales, lo que condujo a una erosión del apoyo entre sus principales borregos.
Una serie de acontecimientos ha agudizado aún más las tensiones entre el gobierno y la oposición y ha llevado a renovadas protestas callejeras, como el anuncio represivo del Tribunal Supremo el 29 de marzo donde asumía los poderes de la Asamblea Nacional controlada por la oposición. El tribunal argumentó que la Asamblea Nacional había desatendido las decisiones anteriores de la Corte Suprema y por lo tanto estaba en desacato.
Frente a las protestas casi diarias, el presidente Maduro no dispuesto a ceder y dejar el poder, eligió anunciar la creación de una asamblea constituyente, alegando que la oposición está tratando de derrocar ilegalmente a su gobierno y que los problemas del país son consecuencia de una "guerra económica" que se está librando contra su gestión.
Los líderes de la oposición sostienen que el proceso de constituir una asamblea constituyente y redactar una nueva constitución seguramente significaría que las elecciones regionales que se celebrarán este año y las elecciones presidenciales previstas para diciembre de 2018 se retrasarán. También temen que la Asamblea Constituyente debilite aún más a la Asamblea Nacional, órgano legislativo controlado por la oposición de Venezuela.
REP
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