Los primeros meses de vida de un infante son vitales para lograr el máximo desarrollo cerebral. Por ello es importante tomar en cuenta ciertas pautas -de lo contrario- se perderá una valiosa e irrecuperable oportunidad. Los especialistas insisten en la necesidad de ofrecerles a los niños una nutrición apropiada y una estimulación adecuada durante los primeros cinco años de vida, que es cuando se produce una “mayor velocidad en la maduración del cerebro”, pues aquí intervienen diversas vitaminas, minerales y grasas los cuales favorecen a tal desarrollo.
El peso del cerebro de un recién nacido a término es de aproximadamente un 20% del peso de un cerebro adulto. A los 2 años ya creció en un 80 u 85% por ello, los aportes necesarios para una maduración óptima los recibirá el niño, a través de los nutrientes y de la estimulación. Será sin duda de suma importancia que durante los primeros cinco años de vida, el niño reciba los nutrientes necesarios para optimizar su desarrollo mental y físico.
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